ARTEH® propone un programa único para el Año Nuevo 2007/2008 en la isla de Madeira, en Portugal. Esta es una oportunidad de estar presente en una de las más fantásticas fiestas de fin de año.
Francia recibe el año nuevo en la Torre Eifel en Paris, en Austrália el palco escogido es el Palacio de la Ópera en Sidney, en Reino Unido la ciudad de Londres escucha el Big Ben, en USA la mítica Times Square en Nueva York acoge millares de personas de todo el mundo pero ninguna de ellas proporciona el espectáculo de fuego artificial que la ciudad de Funchal ofrece a quienes la visitan por esta altura. Bajando por la montaña, la capital de la isla de Madeira, forma un anfiteatro natural mirando hacia el mar que es ya un palco mundialmente reconocido por el espectáculo de fuego artificial. Toda la ciudad se ilumina para recibir un nuevo año.
Sobre la fiesta de Año Nuevo en Madeira
En Madeira las festividades de Año nuevo están tradicionalmente asociadas al fuego - los madeirenses queman toda clase de fuegos artificiales en las vísperas de la noche de San Silvestre.
La fiesta de año nuevo es celebrada con espectáculos pirotécnicos en varias ciudades de Madeira y Porto Santo.
Pero es en Funchal que este espectáculo alcanza su mayor dimensión. La bahía en forma de anfiteatro, decorado con más de 250.000 lámparas, que se extienden cuesta arriba, es el escenario ideal para este espectáculo.
A la medianoche del día 31 de diciembre las cuestas, el mar y el cielo se llenan de estruendo, de fuego, de color, de luz y de esperanza en el año que nace en un ambiente de gran alegría, fiesta y emoción.
El fin de año en Madeira es un espectáculo inolvidable.
Sobre Madeira
En pleno Océano Atlántico, muy cerca del centro de Europa, se ubican las islas de Madeira y de Porto Santo. La simpatía constituye el atributo principal de la gente de este archipiélago, cuya belleza natural y el clima ameno se presentan como sus principales atractivos.
Pero las islas significan, hoy, un local a corta distancia de Europa, que permite al visitante conciliar vacaciones en la playa, en la montaña o en la ciudad.
Las islas de Madeira y de Porto Santo se destacan como el local ideal para relajar y encontrar el equilibrio de la mente y del cuerpo necesarios para enfrentar el ritmo del día-a-día. La isla de Madeira es también muy famosa por su envolvente natural, cuyo elemento principal es la Floresta Laurisilva, floresta reliquia, clasificada por la UNESCO como Patrimonio Mundial Natural.
Su clima templado, aliado a una temperatura de agua del mar nunca inferior a 17º, le ofrece la posibilidad de mantenerse siempre activo, practicando una gran variedad de deportes al aire libre, durante todo el año.
La tradición y las costumbres, cimentadas en monumentos, museos, iglesias y regalos hasta en algunos productos regionales como el Vino y el Bordado Madeira, perduran a lo largo de los siglos y merecen una atención muy especial.
¡La isla de Porto Santo, ubicada a 40Km de la isla de Madeira es, simplemente, el paraíso en la Tierra! Esta isla, con una playa de arena dorada de 9Km de largo, bañada por aguas cálidas y cristalinas, constituye el mejor refugio para disfrutar de unas vacaciones tranquilas.
Ya las desabitadas islas Desiertas y Salvajes constituyen uno donde se pueden encontrar algunas especies florales raras en el planeta, siendo también consideradas como un "santuario ornitológico" por la anidación de aves marinas y una reserva en la cual se encuentra el último refugio atlántico para la Foca Monge (Monachus monachus), la foca más rara del Mundo.
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