Refúgiese en Oporto, una ciudad movida con ambientes relajados que le sorprenderá. Descubra nuevas experiencias y lugares diversos en una ciudad disputada por el río Duero y el Atlántico.

Comenzando el viaje…

Oporto es la segunda mayor ciudad de Portugal y su centro lo puede visitar en un único día, puesto que la mayor parte de sus atracciones turísticas están muy cercanas.

Empiece bien su mañana visitando la ciudad desde su punto más alto, la Torre de Clérigos, considerado en tiempos como el edificio más alto de Portugal. Elegido como el monumento más emblemático de la ciudad, merece la pena subir sus 240 peldaños para disfrutar de unas vistas panorámicas sobre la ciudad y el río Duero.

En seguida pasee por el Jardín Botánico que posee una gran variedad de especias de plantas exóticas. A quién no le gustaría visitar el jardín que antaño fue una referencia para escritores famosos como Sophia de Mello Breyner Andresen y Ruben Alfredo Andresen.

En Praça da Ribeira haga una parada en Pestana Oporto, con deslumbrantes vistas sobre el río Duero, para comer en un ambiente único y exquisito, donde platos tradicionales se presentan de forma innovadora.

La ubicación de este hotel es perfecta para aventurarse por las calles y callejuelas de su casco histórico, apreciar su arquitectura y monumentos, visitar sus museos y las famosas bodegas del vino de Oporto en la orilla sur del río.

El Museo de Arte Contemporáneo, situado a 10 minutos, es una magnífica elección para los amantes del arte. Proyectado por Álvaro Siza Vieira, es el lugar idóneo para contemplar obras de arte de varios artistas contemporáneos desde finales de la década de 60 hasta día de hoy.

A media tarde conviva con unos amigos o actualice sus lecturas en Hotel Teatro, cuyo patio interior y exterior es perfecto para relajarse y beber un refresco. Diríjase hasta la baixa de la ciudad para tomar un café, diviértase y pasee, pues no solo se compra en centros comerciales. En estas calles la atención es mucho más personal, pudiendo encontrar ahí tiendas de comercio tradicional, mercados, monumentos, además de distintas salas de espectáculo.

Al final del día, coja el tranvía y disfrute de una puesta del sol en el Mirador - Passeio das Virtudes; este le aportará una excelente perspectiva sobre el río. En primer plano puede verse la fuente de Virtudes y, en seguida, los bancales que bajan hasta São Pedro de Miragaia. Junto al río, se ve el imponente edificio de la aduana.

Cene en el Hotel Infante Sagres, para redescubrir las tradiciones gastronómicas de la ciudad reinventadas por el chef y acompañadas por los mejores vinos que distinguen a la ciudad de Oporto. Aproveche y disfrute del pequeño SPA del hotel, ideal para regenerar energías.

Tras la cena, dirija-se a Twin’s Baixa, un bar con música variada que hace tiempo fue un antiguo almacén de textiles y recientemente lo convirtieron en bar lounge, cosmopolita y urbano, viniendo dinamizar la baixa de la ciudad.

Al día siguiente…

Nuestra próxima sugerencia es una visita a la Pousada Palácio do Freixo, junto a la orilla norte del río Duero. Déjese deslumbrar por el monumento nacional del siglo XVIII cuya autoría es de Nasoni, famoso arquitecto italiano de la época. Visite la Pousada y visite un magnífico ejemplar de la arquitectura Barroca civil portuguesa.

Para comer siga hacía Boavista, una das zonas más afamadas do Oporto, y coma en Bessa Hotel, un atractivo hotel de arquitectura moderna y con un diseño de interiores contemporáneo cargado de encanto urbano. Su chef le sugiere una cocina de fusión Ibérica, en un restaurante íntimo y exquisito. Para tomar un licor, le sugerimos la terraza del hotel... el lugar ideal.

Aproveche para pasear en la zona ribereña, aprecie las exposiciones de la Fundación Serralves y los conciertos de la Casa da Música. Aún en el paseo fluvial, sorpréndase con el Café do Cais, un bar sencillo y moderno con vistas privilegiadas al río Duero, para que pueda terminar su día tranquilamente.

Aproveche sus paseos y enriquézcalos con una inolvidable estancia en los Hoteles ARTEH®.