A partir de la ceremonia oficial en el día 17 de noviembre a las 21h00, las principales calles de Funchal se beneficiaran de nuevos dibujos de iluminación de Navidad. La Calle Dr. Fernão de Ornelas será iluminada por arcos con bolitas y estrellas de navidad tridimensionales y la Calle Câmara Pestana tendrá un techo de luz azul, haciendo el efecto de un cielo estrellado. Árboles rojos tridimensionales serán colocados cerca del Museo de Arte Sacra y la Calle dos Ferreiros ganará color con la colocación de cortinas azules estrelladas. Aún dentro del tema Estrellas, la Avenida del Mar estará totalmente decorada con jarras de estrellas, y en el puerto donde normalmente se realizan los festejos de fin de año, será construido un árbol de Navidad gigante. La Calle das Pretas será iluminada por flores y las campanas tocarán bien alto en la Calles da Carreira. Los nuevos dibujos también iluminaran el Jardín del Palacio de São Lourenço a través de un pesebre tridimensional, y a lo largo del centro Éden Mar con pinos a tres dimensiones. Aún de destaque, este año el montaje de las luces quedo a cargo del Grupo Siram que además de apostar en una fuerte iluminación, apostaron también en la aplicación de productos de LED, lo que permite el bajo consumo eléctrico.
Sobre Funchal
La isla de Madeira es un paraíso sembrado en el medio del Atlántico. ARTEH® le propone descubrir este exótico escenario a través de una visita a la ciudad de Funchal, con toda su belleza natural y rica gastronomía. Una visita a la isla da Madeira, archipiélago descubierto por el navegador portugués Gonçalves Zarco en el siglo XV, tiene que pasar por una estada en la bella ciudad de Funchal.
No hay como evitar el asombro ante el encanto del escenario. En forma de anfiteatro natural, la cosmopolita ciudad “capital” de Madeira se eleva a partir de la costa hasta cerca de 1.200 metros de altitud, enmarcada por el azul profundo del Atlántico y por la profusión de verde y otros colores proporcionados por la rica flora local.
A la partida, podrá contar con buen tiempo, ya que la temperatura máxima raramente baja de los 20 grados y la mínima debajo de los 13, mientras que la lluvia ocasional es siempre de corta duración. Así siendo, comience por la Calle D. Carlos I, donde podrá visitar el Madeira Story Center que le cuenta de forma interactiva y con recurso al multimédia, toda la historia de la isla. Además de un café, tiene aquí una tienda y una terraza panorámica sobre la deslumbrante bahía de la ciudad.
Después diríjase a los teleféricos, pasando por el jardín Almirante Reis que exhibe dos embarcaciones históricas restauradas. Aproveche entonces para viajar “por los aires” hasta el Monte. Inaugurado en el 2000, el teleférico vino a restablecer la antigua conexión asegurada por tren a vapor, depositando los pasajeros en el escenario encantador del Camino de las Babosas, junto al Jardín Tropical Monte Palace, que rodea de vegetación tropical lujuriante con una notable colección de azulejos.
Prepárese para los 60 escalones de la histórica Iglesia de Nuestra Señora del Monte, patrona de la isla de Madeira, en honor de la cual se celebra la mayor fiesta religiosa de la Región, a 15 de agosto. Muchos fieles se dirigen allá para pagar promesas junto del túmulo del último emperador austro-húngaro, Carlos Habsburgo, exiliado en el Monte después de la I Guerra Mundial.
Por el Monte Abajo
Al fondo de la imponente escalinata lo aguarda su próximo transporte: los carritos del Monte. En viejos tiempos como una forma rápida de llegar a Funchal, estas canastitas de mimbre (en forma de toboganes) son del 1850. Tienen dos lugares y deslizan sobre dos tablas untadas con sebo, controlados por dos hombres en traje blanco y sombrero de paja, que utilizan sus típicas botas para frenar. El viaje hasta el Funchal es hecho en cerca de 10 minutos, en un recorrido total de 2 quilómetros, alcanzándo velocidades alrededor de los 48 quilómetros por hora. ¡No hay quien no quiera experimentar! A la llegada, sugerimos que coja un táxi hasta el Lido.
La elección de un lugar para comer es muy vasta, pero podemos ayudar en lo que concierne al menú – esto si lo que busca es una experiencia verdaderamente madeirense: Torta do Caco calientito con mantequilla de ajo, para empezar; “Lapas a la Parrilla”, con bastante ajo y zumo de limón, para despertar el apetito; el tradicional “Espetón de Carne”, acompañada con maíz frito, o un Bistec de Atún, son óptimas opciones para plato principal; las Quesadillas, el Pudín de Maracuya y las coloridas Ensaladas de Frutas rematan la refección en belleza. Acompañe el café con un Bolo de Miel y un cáliz de Vino de Madeira, y prepárese para una buena caminada.
La promenade del Lido es una de las zonas más turísticas de Funchal. Rodeada de palmeras y jardines, conecta la zona del Lido y la de la Playa Formosa, proporcionando, por el camino, vistas encantadoras sobre el mar y el Cabo Girão. Además de eso, da acceso al complejo balnear del Lido, con la mayor piscina de agua salada de la ciudad, al Clube Naval y al más reciente complejo balnear de la Punta Gorda, complementados con restauración y actividades deportivas.
Prosiguiendo siempre por la línea costera, rápidamente se llega a la Marina de Funchal, la postal ilustrada por excelencia de la ciudad. Imposible de perder de vista es el gigante balón de aire caliente que lo podrá llevar hasta 150 metros de altitud, para disfrutar de una vista absolutamente fantástica sobre el porto y toda la ciudad.
De regreso a tierra firme, sugerimos que suba la Avenida Zarco. A su izquierda, en la Avenida Arriaga, encuentra el Puesto de Turismo, de visita obligatoria. Por la derecha llegará a la Catedral, construida entre 1493 y 1514, una de las atracciones principales. En complemento, siga subiendo hasta el Largo del Município, para visitar el riquísimo Museo de Arte Sacra, que alberga gran parte del tesoro de la Catedral.
Llegada la hora de las compras, diríjase al Mercado de los Lavradores, en la Calle Latino Coelho. Aquí encontrará muchas y bellas especies de flores: esterlicias, orquídeas, proteas, rosas, anturios, catleyas, camelias. La artesanía en mimbre está en la Calle do Castanheiro. Los bordados se encuentran en varias tiendas del centro y el Vino de Madeira en el Museo Madeira Wine, en la Avenida Arriaga, que proporciona una agradable ruta histórica. Por último, galletas, biscochos, bolos de miel, caramelos de funcho, “broas” y otras golosinas están en la Fábrica Santo António, fundada en 1875, que encontrará en la Travessa do Forno.
Después de conocer Funchal, y si los días de estada lo permiten, vale la pena conocer el resto de la isla, sin olvidar las “levadas”, paseos pedestres por los caminos más deslumbrantes de la isla.
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